Los juncos de la
ribera
se balancean temblando.
¡Ay vida, si uno supiera
hasta dónde y hasta cuándo!
Los juncos de la
ribera
del río que fue testigo
¡Ay si ese tiempo
volviera
yo me estaría
contigo!
Se balancean
temblando
los lirios y los
abrojos
mientras que me estás
hablando
con el verde de tus
ojos.
¡Ay, vida si uno
supiera
aquel avatar
incierto…
Ése que tanto
doliera
estaría en otro puerto.
Hasta dónde y hasta
cuándo
en las noches, me
pregunto:
bajo el pabellón
mirando
si hay un cielo en
su conjunto.-
Amalia Lateano
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