Si cocino un postre durante el tiempo en que el sol es tapado por otro astro que se interpone, y cuya sombra se proyecta sobre la tierra. _ ¿Será venenoso? _preguntó Marisa en voz alta.
Leí, no recuerdo dónde, que durante un eclipse solar el sol emite una radiación nociva que puede afectar cualquier cosa. Hasta la conducta de las personas.
_ Esto, por supuesto, si queremos cocinar algo en lugar de verlo_ dice la tía y agrega: _Durante un eclipse solar, el sol no emite ninguna otra forma de radiación. Lo que realmente sucede durante un este suceso es que la Luna bloquea diferentes tipos de radiación, luz visible, rayos UV, etc. que normalmente recibimos del Sol. Incluso si hubo radiación durante el período.
Mi madre acota: _ No hay por qué pensar que esto afecta no sólo a lo que cocinamos, sino también a los alimentos almacenados en la despensa, la heladera o las plantas... _ Y se puso a reír...
Y fue entonces que comenzó a preparar el budín de pan.
El budín de pan es popular en diferentes cocinas de todo el mundo. Se suele hacer con pan sobrante, así que este lo haré es un pan riquísimo que compramos hace unos días y nos ha sobrado.
Otro dato importante es que, por lo general, incluye un caramelo líquido como sucede con el flan. ¡Y para hacerlo necesita azúcar!
¡¡Sólo hay en la azucarera una cuchara y no alcanza!!_ Se queja Marisa.
Entonces le pidió a su hermano que vaya al supermercado chino, en la esquina y compre un kg.
Facundo tiene nueve años y con tal de saberse importante dejó la Tablet y salió con rapidez.
Al llegar buscó en la góndola el elixir, pero no alcanzaba a tomar un paquete y un hombre alto, bien vestido lo ayudó, bajándolo del estante y se lo dio con una sonrisa.
Luego fue a hacer la fila de la caja. El Sr. se pudo atrás. Y le preguntó su nombre.
- Facundo- respondió. (No debía hablar con extraños recordó la recomendación de su mamá.)
Como si le leyera el pensamiento, le comentó: _ “Nosotros somos amigos. Mi nombre es Leo”
¡Ah! - Dijo el chico. Y se acercó a pagar. La cajera lo miró y le remarcó que no tenía cambio. - _ Anda a tu casa y trae un billete más chico...
--No se preocupe, yo pago--le salió al cruce el hombre. Y la cajera tomó los billetes sin mediar comentario.
Facundo le dio el billete al hombre para que se cobrara. El negó con la cabeza y aseveró:
Cuando salía del negocio se dio cuenta que el desconocido estaba caminando a su lado.
Apuró el paso y el hombre le tomó la mano y le sacó el paquete de azúcar. _ Deja, yo lo llevo.
Te puedo acercar en el auto...° agregó.
Es éste_ estaban ambos frente a un BWM negro, de vidrios polarizados.
No.... gritó Facundo. _¡¡Vivo acá cerca!!
_ ¡Entra, no seas tímido!
¡¡¡Y ahí se escuchó la voz aguda y fuerte de Marisa!!! Se acercaba corriendo desde la puerta de la casa:
_” ¡Suelte a mi hermano!, que lo suelte... ¡¡¡Le digo!!! “_ Y gritaba cada vez más fuerte.
Los transeúntes y la gente que estaba en los negocios se acercaron y lo empujaron. Le gritaban pederasta, pedófilo y el tumulto era cada vez mayor Algunos le tiraron unas trompadas.
A los minutos llegó la policía y lo llevaron en un patrullero.
Facundo lloraba abrazado a su hermana, Y volvió a recordar las palabras de su mamá: _ ¡No hables con extraños! -
Amalia Lateano.
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