CARICIAS
Me deslumbran tus manos de trasiego
y la arcilla total de tus raíces.
Van asomando al cielo sus matices;
arcanos que definen este ruego.
Música celestial en el concierto,
se vuelve tierna amiga, la mirada,
porque el Hombre se eleva de la nada
como una melodía de lo incierto.
Por ser ruego cordial, tan sutilmente
un pétalo de luz. Es una flama.
Es un fluir de armonía transparente,
deseando el momento de ser llama.
Busca el latido fresco solamente
y espera estremecerse con el alma.
AMALIA LATEANO
29 /diciembre 2009
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