Leipzig O
EL PARIS CHIQUITO.
Una cierta vez cuando estaba la ciudad repleta
de tilos, Goethe buscó un lugar para cantar sus odas sentimentales a su amor
tan lejano .
Si bien
terminó casándose con Christine Vulpis,
quien le dio un hijo. Era una especie de
supletorio de su Liz. Él mismo aparece
en el Fausto sin literalidad.
Sobre
todo se lo puede reconocer por estar fatigado de la vida y decepcionado de la
ciencia.
La búsqueda de la
eterna juventud, la relación con su amada, y su triste destino hace pensar
que el diablo, fue el que guió la mano
de Goethe, y lo convocó a a
escribir.
La gente culta piensa que es a la inversa.
Amalia Lateano
9 comentarios:
Yo pienso como tú, Amalia. Una buena reflexión. Y la ciudad estaba repleta de tilos en su soledad... Es el destino quien decide amiga mía. Luego, la gente interpreta. Un beso.
Un gran abrazo agradecido por la lectura y tu amable comentario.
Saludos
Amalia
En realidad no importa mucho quien convocó a quien, lo que nos quedará por siempre son sus obras, su pensamiento y su espíritu romántico que tanto nos ha inspirado a todos en alguna ocasión.
Besos
SI...Narci... Y ESA SOMBRA DE NOSTALGIA DE SU ETERNO AMOR... Me emocionó ver esa faceta. Su sumision a pesar de su genialidad.
Un besito agradecido
Amalia
Creo que el hombre propone y el "destino" dispone, de eso estoy convencida, tanto...como que las mayores y mejores obras poéticas han sido, són y serán escritas por quien tan intensamente ama y (o) sufre un amor imposible toda su vida.
He revisado tus letras y sigo, he estado ausente mes y medio, pero no me olvido de tí, tus letras son maravillosas.
Un abrazo.
Ambar
Gracias mi querida y admirada amiga AMBAR
por tu grata visita a mis versos, para dejar en ellos
la cálida huella de tus halagadoras palabras.SIEMPRE ES EL AMOR...
Un beso
Amalia
Buena reflexión sobre la vida de un hombre tan polifacético.
No queda bien reflejado en su biografía que Liz fuese su gran amor, parece ser que huyó de ella, como de su propia profesión de abogado.Puede que se cansara de saber tanto de todo, que incluso ya por ser y saber más se hiciese masón y que expresara su convicción que «quien bien ama a Dios, no debe exigir que Dios le ame a él».
Como investigador científico, es de esperar que estuviese satisfecho por descubrir el hueso intermaxilar; eso no es una decepción sino un estímulo más en su vida. En definitiva , una mente privilegiada que supo dominar letras, conceptos, estilos. Un orgullo para el pueblo alemán y la historia.
No sé, cabe muchas opiniones, la mía es una más.
Gracias.
Con ternura
Sor.Cecilia
Eres muy amable comentarndo mi post.
La humildad de una vida merece muchas veces nuetsra comprensión.
Un beso
Amalia
Sor Cecilia;
cuánto me alegra verte por mis letras y con ese excelente comentario que, viniendo de un experto como tú, verdaderamente me llena de entusiasmo.
Besitos
Amalia
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