Translate

sábado, 15 de junio de 2024

EDUCAR EN VALORES- Registrado

 

Reflexión sobre Los Valores  

                                                                                              de Dra. Amalia Lateano 

Educar en Valores para llegar a educar en los Derechos Humanos 

 

Abstract 

Interculturality is the interaction between various cultures and social traditions to understand and accept the various cultures of the world. Therefore, interculturality seeks to rescue the values of humanity such as respect between cultures and sensitivity and coexistence between different cultures. Cooperation Tolerance Peace. The variety Gender and nationality equality. Furthermore, as we have seen, values, which are defined as the duration in the human being of the results of interpersonal relationships, are present among us. Because they are people's human environment, they are not only available to humans, but also part of their daily lives. 

 

 

“Para llevar una vida significativa es necesario apreciar a los demás, prestar atención a los valores humanos y tratar de cultivar la paz interior”. (Dalai Lama XIV) 

   El concepto de Valores hace referencia al grado de importancia de los bienes y actitudes generales con respecto a éstos. Los valores hacen alusión a determinadas apreciaciones afectivas de la realidad, los cuales se refieren a algo como conveniente o valioso, les sirven de motivación a las personas para que actúen de determinada manera. 

  Los valores se originan en las cosas, hacen alusión a decisiones, enfrentan alternativas, inclinan y orientan. El sistema de valores es una jerarquía que distingue entre lo moral y lo pragmático, entre el valor percibido de un fin o acto y el único valor percibido de un ser. Según la jerarquía valorativa, por ejemplo, arribar a la realización personal prevalece sobre el realizar la voluntad de los demás o sobre el código legal establecido. 

  Desde el inicio de la historia, la ética se fue constituyendo como un sistema de actos acabados cuyos fines fueron considerados y aceptados por todos. La moral, por otro lado, se refiere a las normas consensuadas destinadas a regular las conductas de los actores de esta realidad. La moral, según la Colombia Magna Enciclopedia Eudemo, se considera un conjunto de normas que regulan la conducta humana, según una sociedad en particular, a una costumbre aceptada en un grupo, a la voluntad de un ser o conciencia individual. 

    En la sociedad actual, fuertemente influenciada por el pluralismo moral, surge en el individuo un estado de confusión respecto a lo que es correcto o incorrecto (moralidad) y a lo que es importante o insignificante en la vida (valores). El proceso de socialización a que el sujeto se ve expuesta potencia y refuerza, pero también modifica y, en algunos casos, contrarresta los valores personales, al dotarle de una escala de valores socialmente aceptados, denominada moralidad. La inadaptación entre los valores vertebrales personales y la moralidad social puede provocar angustia personal, lo que otorga un carácter destacado al estudio de los valores tanto en el ámbito personal como social.  

  La sociedad actual, muy influenciada por el pluralismo moral, genera en el individuo un estado de confusión respecto a lo correcto o incorrecto (moral) y a lo importante o insignificante (valores), lo que dificulta tomar decisiones acertadas. En función de estas reflexiones, puede surgir la necesidad de aclarar qué son los valores y la moralidad, en qué se diferencian, qué relación guardan entre sí, y cómo pueden contribuir en la formación del individuo.  

Los valores están en el sistema de pensamiento del ser humano (él mismo y al mundo que le rodea), de modo que lo que es valor para el sujeto constituye el ideal y el criterio desde el que se orienta en las decisiones y en su vida.  

La moralidad, por su parte, tiene que ver con las pautas de comportamiento aceptadas y aplicadas en cada contexto social (familia, sociedad, ...), lo que implica que únicamente se puede valorar si un comportamiento es moral o inmoral con criterios concretos diferentes según la época, lugar y sociedad en que se vive. 

La Interculturalidad no es más que la interacción entre distintas culturas y tradiciones sociales que se intercambian y conocen entre sí para poder comprender y aceptar las diferentes culturas del mundo. 

Por tanto, la interculturalidad busca rescatar mediante la sensibilidad y la convivencia entre las diferentes culturas los valores de la humanidad como: 

  • Respeto entre culturas 

  • Solidaridad  

  • Tolerancia  

  • La paz 

  • La diversidad  

  • La igualdad de género y de nacionalidad. 

Hay que añadir que los valores, entendidos como duración en el hombre de los resultados a partir de las relaciones interpersonales, se encuentran, según lo visto, como algo presente entre nosotros. 

Son propiamente el ambiente humano de las personas, por lo que no sólo son asequibles al hombre, sino que forman parte de su vida cotidiana; son el ámbito permanente de las personas. 

Sin este ámbito, sin estas relaciones ni sus resultados, el hombre en democracia —considerado tanto espiritual como físicamente— dejaría de existir. 

Finalmente, insistamos una vez más en que en la axiología realista y en 

la ética vinculada a ella, la amenaza a la verdad del hombre no está constituida sólo por la identificación de la ética con la antropología filosófica, sino 

también frecuentemente por la identificación del valor con las propiedades 

trascendentales. Hemos visto cómo en Grecia era considerada como el valor 

la belleza. Pues bien, lo mismo sigue sucediendo en la actualidad, como lo 

demuestra que su carencia acarree perjuicios a la gente. También 

vemos cómo la propiedad de la distinción, cuando es juzgada como valor  

dominante, aísla a la gente, al impedirle el intercambio de sentimientos 

 auténticos, ya que excluye el amor, para permitir sólo el contacto a través del temor y del desdén. 

Las propiedades trascendentales no son valores, sino la base de las relaciones interpersonales causadas por la gente, de las que surgen los valores. 

Estos exigen otros valores secundarios, tales como el saber, las justicia o la 

paz, que mientras duran sostienen los valores básicos. Es preciso, por tanto, 

impulsar la existencia de esas relaciones, y hay que defenderlas eficazmente. 

 

  En conclusión, el diálogo es la llave de la democracia. 

 

Ante tanta diversidad política, económica, social y cultural es necesario recurrir a este punto, porque es el único puente directo que puede generar convivencia ciudadana y así mismo evitar la exclusión, la fragmentación y la violencia que se ha generado tanto en nuestra sociedad y a nivel global. - 

 

Publicado en Revista Letras del Parnaso

 de Derecho Actual. 

 

 

 

 

 

 

 

No hay comentarios: