Están solas las calles de cadáveres rotos.
Retales por
retiros que apabullan de muerte.
Por eso es
regocijo mi vivir, que convierte
en las sonrisas
dadas, que fundan alborotos.
Estos niños
amados, en albero de cotos,
con sus risas tan
puras ,extrañeza a mi suerte.
Me aferro con
placer, y mi fuerza revierte
los castigos, sufridos en mi savia, devotos.
Y me alejo del
tiempo. Su murmullo entendiera,
en gotitas de
nubes de cariño en el mundo .
Mientras en esas
voces, que por siempre volviera.
Me quedaré en el
campo, crepúsculo profundo,
al cercarme el
otoño dorado de quimera.
Me torno un colibrí,
que vuela vagabundo.
Amalia Lateano
2 comentarios:
Hermosa y grande la pureza del amor, ese sentimiento que abraza el corazón y abre el alma a las sensaciones. Un poema que me ha encantado, y sobre todo con tu permiso, estos versos me han llegado directos al corazón.
"Y me alejo del tiempo. Su murmullo entendiera,
en gotitas de nubes de cariño en el mundo .
Mientras en esas voces, que por siempre volviera."
Un placer leerte!!!
Besos!
F. G,
Muchas Gracais por tu saludo en mi Poema. Siempre espero que alguien me diga su opinión que tanto valoro.
Un saludo
Amalia
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