Concierto de Aranjuez
(A la Memoria de Ramón Aloé)
Como una fortaleza medieval
Elevando el firmamento su plegaria:
Como el confortador abrigo de la casa
Que colma la ternura nuestras ansias.
De ese modo surge España.
A los ojos de América
Rodeada por una muralla montañosa
Pero abierta, fragante, luminosa
Como el destello de la aurora,
Guardando en la vibrante ascua de su pecho
Los olivares y viñedos,
Los variados cultivos
El salubre resplandor mineral
Y la verdeante frescura de sus ríos.
El claroscuro
-Contraste permanente-
Es inseparable de su esencia.
Su mutable dinamismo cultural
Tiende al equilibrio en su cadencia.
Porque encierra el clavel, y la espada
Un corazón
De azucenas y de fervor místico,
De canciones, amigos y alegrías,
De lealtades, pasiones y heroísmos,
La dualidad es la constante
De su ser histórico
A través del tiempo
Porque están asidas sus raíces
A la idiosincrasia de su pueblo.
Está impreso el carácter español
En el Arte de expresiva fuerza,
Por gigantesco y sobrio.
Patético y vital,
Con cierto estoicismo de raza
Que refleja:
Atávicas visiones erguidas,
Desafiantes,
Sollozos de la carne.
Vibraciones de lágrimas
Que trazan surcos en la tierra.
Mujeres
De belleza perfecta.
La búsqueda sincera de DIOS-Misericordia.
La frente extasiada de blancura tierna.
Los mendigos y majas
El coraje y la afrenta
El eterno problema del hombre…
Tierra bendecida.
Paradigma de acendrado
Respeto por lo humano
Y de inagotables secretos
Vividos y por vivir.
España
Por ser mi misterioso retiro en la noche
Y un trino inaugurado de alborada
Por ser única y diversa
Por ser cuna de auténticas libertades
Al escuchar en tu guitarra, Ramón,
El Concierto de Aranjuez,
Encuentro el equilibrio
De un preclaro destino universal.—
(A la Memoria de Ramón Aloé)
Como una fortaleza medieval
Elevando el firmamento su plegaria:
Como el confortador abrigo de la casa
Que colma la ternura nuestras ansias.
De ese modo surge España.
A los ojos de América
Rodeada por una muralla montañosa
Pero abierta, fragante, luminosa
Como el destello de la aurora,
Guardando en la vibrante ascua de su pecho
Los olivares y viñedos,
Los variados cultivos
El salubre resplandor mineral
Y la verdeante frescura de sus ríos.
El claroscuro
-Contraste permanente-
Es inseparable de su esencia.
Su mutable dinamismo cultural
Tiende al equilibrio en su cadencia.
Porque encierra el clavel, y la espada
Un corazón
De azucenas y de fervor místico,
De canciones, amigos y alegrías,
De lealtades, pasiones y heroísmos,
La dualidad es la constante
De su ser histórico
A través del tiempo
Porque están asidas sus raíces
A la idiosincrasia de su pueblo.
Está impreso el carácter español
En el Arte de expresiva fuerza,
Por gigantesco y sobrio.
Patético y vital,
Con cierto estoicismo de raza
Que refleja:
Atávicas visiones erguidas,
Desafiantes,
Sollozos de la carne.
Vibraciones de lágrimas
Que trazan surcos en la tierra.
Mujeres
De belleza perfecta.
La búsqueda sincera de DIOS-Misericordia.
La frente extasiada de blancura tierna.
Los mendigos y majas
El coraje y la afrenta
El eterno problema del hombre…
Tierra bendecida.
Paradigma de acendrado
Respeto por lo humano
Y de inagotables secretos
Vividos y por vivir.
España
Por ser mi misterioso retiro en la noche
Y un trino inaugurado de alborada
Por ser única y diversa
Por ser cuna de auténticas libertades
Al escuchar en tu guitarra, Ramón,
El Concierto de Aranjuez,
Encuentro el equilibrio
De un preclaro destino universal.—
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