Bebo agua mientras la luna se asoma al ventanal,
legiones de besos perdidos,
pero no se pierde mi lágrima
ni reza por la ausencia, ni ruega por el olvido.
Sobre el caminar de la vida hacia la muerte,
con la necesidad de atesorar la tradición
con devoción a la naturaleza.
He pasado desde el agua inaugural del vientre
hasta el líquido seminal que me fecunda.
El agua es vida:
Sus ojos son dos lagos azules:
La ira bulle en su interior:
La información fluyó de su boca
como salpicaduras de una fuente.
Fuimos ahogados por la tristeza:
Nuestras mentes eran un océano de ideas:
Miramos hacia los tabúes velados y antiguos,
cuestionando los prejuicios
que ahogan nuestra existencia.
Desde el Génesis; nos configuramos como un solo ser.
Y fue el abrazo
lo indispensable
para calmar el sollozo y la aflicción.
Sobrevivimos a la pena, al dolor
y al olvido.
Con el apego estamos protegidos
de significados ocultos y secretos,
a veces mágicos.
El transitar la vida,
suscitará otra ruptura, para observar
lo que subyace en la ternura,
el cariño, la tristeza. la añoranza o el miedo
para aferrarme
más a tu Amor.
Amalia Lateano
Registrados
15/01/23
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