CON TENER LA PALABRA…
A veces para ser sarcásticos
es necesario decir la
palabra que hiere.
Sin detenerla entre los
labios.
Es para burlarse.
Un segundo antes de ser
los impasibles
de corazón y cara de
piedra.
Un segundo es necesario
para pensar en el sarcasmo.
En la burla. En sí: “te uso y te dejo”.
En qué me importa.
Si el ombligo del mundo
está en mi ego.
Pero el cinismo se paga siempre.
Sólo es cuestión de
tiempo.
El molino muele despacio. Pero muele.
El silencio es el único gorrión
que puede ser
potencialmente
igual a su humildad.
AMALIA LATEANO